Friday, July 17, 2009

Como mantenerse Animadas

Como mantenerse Animadas
Isaías 40:10

Para mantener un buen ánimo necesitamos responder a las siguientes preguntas:
¿Cómo esta mi relación con Dios?
¿Cómo esta mi relación con los otros creyentes?
¿Cómo esta mi relación con el mundo?
ü Una cuestión de actitud

I. Mi relación con Dios. Mt. 6:33.

La orden nos fue dada:”Por tanto id y haced discípulos…” pero también nos fue dicho: “permaneced en mí…” Jn 15:4. Cuando trabajamos en la obra de Dios con nuestras propias fuerzas y no con su poder, puede ser que no haya resultados duraderos, y es allí cuando viene desánimo y frustración. La Biblia dice “Deléitate en Jehová y el concederá las peticiones de tu corazón” Salmos 37:4. Dios se agrada en tener una comunión íntima con nosotros, Sal. 25:14 pero aborrece una vida vacía de él y llena de obras que supuestamente son para él. Amos 5:21-23
“pasamos tanto tiempo en la obra de Dios que descuidamos el tiempo con el Dios de la obra”

II. Mi relación con los otros creyentes. 1Jn 4:20

Si estamos disfrutando de una buena relación con nuestro Padre, es muy difícil que tengamos rivalidad con algún hermano. No puedes estar animada cuando tienes problemas con alguien, cualquiera que sea el motivo, debemos hacer todo lo que esté de nuestra parte para arreglarlo. Ro 12.18.
Como líderes, estamos expuestas a que nos lastimen y no solo a nosotras sino a nuestra familia también, pero debemos pedir a Dios esa “piel de rinoceronte” para que no nos afecte más de lo que debiera, sacar cualquier síntoma de rencor y entregar todo en sus manos para que él actúe justamente. Algo que ayuda mucho en estas circunstancias es la oración, cuando oramos por las personas que nos hacen daño, ya no las vemos tan malas, sino que vamos a tener un corazón más dispuesto para ayudar.

III. Mi relación con el mundo. 1Jn 2:15-17.

Los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida, son armas que el diablo usa varias veces para desanimarnos. Muchos jóvenes llenos de ilusiones y metas, con un futuro prometedor, se desvían porque no pueden salir de la tentación de la carne.
Como mujeres, el deseo de los ojos no nos es nada ajeno, pero cuando toma el control de nuestras vidas, renegamos contra Dios por algo que miramos y no lo podemos comprar, entonces viene el desánimo y piensa que si no estarías tan metida en la obra ayudando a otros, tendrías más dinero para satisfacerte.
La vanagloria de la vida que es el pensar equivocado de esta sociedad, que poseyéndolo todo, uno realmente puede llegar a ser feliz.
Cuando dejamos que los argumentos de Satanás entren a nuestras vidas, es un desastre total, perdemos el rumbo, perdemos esa vida de victoria y no hay nadie más infeliz que nosotras, tal cual Elías ¿No les parece?

ü Una cuestión de actitud

Nuestra actitud no es automáticamente buena por el solo hecho de que seamos cristianos

Podemos tener una linda imagen de cristianas por fuera, pero por dentro acarreamos muchos problemas espirituales internos. Debemos tener cuidado porque podemos llegar a ser como el hermano mayor del hijo pródigo, pensando que todo lo hacía bien, el decidió quedarse en casa con el padre, de ninguna manera iba a malgastar su tiempo inútilmente. Sin embargo cuando el hermano mas joven regresa a casa, algunas de las actitudes erróneas del hermano mayor salen a la superficie:
Tuvo un sentimiento de importancia propia. El hermano mayor estaba afuera en el campo, haciendo lo que tenía que hacer, pero se enojó cuando comenzó la fiesta en casa, no se enojó porque no le gustaban las fiestas, le gustaban, porque se quejó a su padre reclamándole que nunca le había dejado tener una.
Le siguió un sentimiento de autocompasión. El hermano mayor dijo: “He aquí, tantos años te sirvo no habiéndote desobedecido jamás, y nunca me has dado un cabrito para gozarme con mis amigos. Pero cuando vino éste tu hijo, has hecho matar para él el becerro más gordo” Lc. 15:29-30.
Casi siempre pasamos por alto el verdadero significado de la historia. Olvidamos que son “dos” los hijos pródigos. El hermano más joven era culpable de los pecados de la carne, mientras que el hermano mayor era culpable de los pecados del espíritu (actitud).
Cuando la parábola termina, es el hermano mayor el que está afuera de la casa del padre.

En Fil. 2:1-9, Pablo menciona cuatro cosas sobre la actitud cristiana adecuada:
1. hacer las cosas por las razones correctas vs. 3
2. considerar a los demás como más importantes que uno mismo vs. 3
3. Mirar el interés de los demás vs. 4
4. Poseer la actitud de Cristo, que no estaba hambriento de poder vs.6, sino que se despojó a si mismo vs.7, demostró obediencia vs.8 y cumplió el propósito de Dios vs.8.
Cuando el énfasis en nuestra manera de vivir no se centra en el vs. 4, buscando nuestros propios intereses personales, somos como el hermano mayor. Alimentamos actitudes de celo, compasión y egoísmo. Los cristianos que no poseen una causa más grande que ellos mismos, no son tan felices que digamos.

La actitud de “hermano mayor”, tiene tres posibles resultados, ninguno de los cuales es positivo.

Primero, es posible para nosotros ocupar el lugar y el privilegio de un hijo y al mismo tiempo rehusar las obligaciones de un hermano. Exteriormente el hermano mayor era correcto, consciente, diligente y responsable, pero su actitud no era la adecuada. Además una relación equivocada con el hermano, produjo una relación tensa con el padre. Lc. 15:28.
Segundo, es posible servir al Padre fielmente y sin embargo, no estar en comunión con él. Una relación correcta debe por lo general, producir intereses y prioridades similares. El hermano mayor no te tenía idea de porqué el padre debía regocijarse con el regreso de su hijo.
Tercero, es posible ser un heredero de todo lo que nuestro Padre tiene y tener menos gozo y libertad que uno que no tiene nada. Los criados estaban más felices que el hijo mayor, comieron y rieron, mientras éste se quedó afuera reclamando sus derechos.

Una actitud equivocada mantuvo al hermano mayor, lejos del corazón de su padre, del amor de su hermano y de la alegría de los criados. Las actitudes equivocadas en nuestras vidas, bloquearán las bendiciones de Dios y nos harán vivir por debajo del potencial que Dios quiere para nosotras, no dejemos que eso pase , arreglemos nuestra actitud. Muchas bendiciones.

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