Tuesday, April 7, 2009

Las Características de Una Buena Líder

Las Características de Una Buena Líder

Filipenses 3:12

Las líderes de nuestras iglesias deben ser diferentes a la gente de este mundo. El mundo debe mirarnos y ver algo diferente en nuestras vidas. Siempre habrá gente mirándonos. Ellos observan cómo manejamos los problemas en nuestras vidas, ven nuestra conducta en la comunidad. No debemos ser diferentes solamente los domingos. Debemos ser diferentes todos los días. Vamos a ver algunas características de una buena líder.

Sus devociones (Salmo 63).
Una buena líder pasará tiempo con Dios. Ella no puede enseñar que otros hagan lo que ella no está haciendo ya. Si ella no estudia la Biblia no estará preparada para contestar las preguntas de las personas a quienes está ministrando. Para tener buenas relaciones con otras personas, actitudes correctas, etc. ella tiene que tener una buena relación con Dios.

Su Vestimenta (Dt. 22:5).
Una buena líder también vestirá muy modestamente. Una mujer tiene que tener cuidado en la manera en que se viste. No debe ser tropiezo para un hombre que sigue a Cristo. Los hombres son atraídos por lo que ven y muchos están mirando al cuerpo de la mujer. Por eso tiene que tener mucho cuidado de la manera en que te viste. Vamos a ver siete cosas en las que debe tener sumo cuidado cuando se pone una prenda de vestir.

Demasiado bajo.
Demasiado apretado.
Demasiado transparente.
Demasiado corto.
Demasiado varonil.
Demasiado extremo.
Demasiado descuidado.
Nunca debemos escoger ropa que tenga éstas características. Las personas deben ser atraídas por nuestra sonrisa, y nuestro amor para Dios no por nuestro cuerpo.

Su testimonio.

Debe reconocer que siempre hay gente mirándola. Debe tener cuidado en la manera que vive afuera de la iglesia. La gente debe verla igual en el mercado como en la iglesia. No es correcto aprovecharse de otros en el mercado, no es correcto vestirse de otra manera fuera de la iglesia. Debemos tratar a la gente de igual modo tanto fuera de la iglesia como dentro de la iglesia. Debe mostrar carácter como honestidad, veracidad, estar atenta a otros, etc. Eso es muy importante en la vida de una líder. La gente a quienes esté ministrando debe ver que es honesta y que es alguien en quién se puede confiar.

Su actitud.

Como líderes tenemos una gran oportunidad de ser ejemplares para los que están alrededor nuestro. No debemos vivir nuestras vidas desanimadas cada vez que algo malo pasa. Debemos mostrarles a la gente que no importa lo que pase en nuestras vidas, reconocemos que Dios está en control y tiene un plan con la prueba (Romanos 8:28). Debemos tener buenas actitudes hacia la gente con quienes estamos trabajando. Tenemos que aprender a tener paciencia con las que estamos trabajando reconociendo que Dios no ha terminado con ellas todavía.

Su lengua (Santiago 3:5-10).

Uno de los problemas más grandes en las mujeres es la lengua. Es una gran tentación para la mujer el chismear. Puedes llegar a cualquier lugar donde estén mujeres y muy probablemente estarán chismeando. Eso no debe ser la práctica de una líder que quiere servir a Cristo. Tampoco debemos usar las mismas palabras que el mundo usa. Nunca debemos blasfemar el Nombre de Dios. No debemos gritarle a cada persona con la que nos encontramos, debemos aprender a controlar nuestro enojo (Santiago 1:19). Siempre debemos pensar antes de abrir la boca. Eso te evitará muchos problemas con otras personas. En vez de usar nuestras lenguas para criticar y destruir a otros debemos estar edificando a los que están alrededor nuestro (Proverbios 14:1)

Su amor (I Corintios 13).

Cualquier líder que quiere tener éxito en su ministerio debe tener amor por la gente a quienes está ministrando. Muchas realizan sus ministerios como un deber que tienen que cumplir. Pero si no tenemos el amor de Dios por la gente a quienes estamos ministrando ellos lo notarán. Sabrán si quieres estar allí enseñando o si estás allí porque tu pastor te puso allí. Debemos tomar tiempo para orar por cada persona con quién estamos trabajando, o a quiénes estamos ministrando, etc. Debemos tener tiempo para escucharles. No sabemos lo que están pasando en sus vidas, en sus hogares, y muchas se sienten solas. Necesitamos tener tiempo para mostrarles a ellas que Dios y su iglesia se preocupan y que ellas son especiales. Debemos mostrarles que cada persona tiene valor a los ojos de Dios y ante los de la sociedad. Cada persona tiene algunas necesidades como sentir que ellos son especiales y que sus vidas tienen un propósito. Si queremos ayudar a las personas en la iglesia vamos a tomar tiempo para ellas. Una buena líder siempre va a pensar en otros y no en sí misma. Debes tener un corazón para servir a otros.

7. Ella siempre está buscando maneras para motivar a otras.

Una buena líder siempre estará buscando a otras personas a quienes pueda entrenar y discipular. No tendrá miedo de delegar responsabilidades a otras personas. Reconocerá que si trata de hacer todas las cosas por sí misma, la iglesia no crecerá. Necesitamos dar oportunidades a otras de usar sus talentos y dones y servir como miembros del cuerpo de Cristo que son. Debemos tener paciencia con otras cuando se están involucrando en un ministerio nuevo porque no siempre harán las cosas como tú lo haces. Ellas cometerán errores pero tenemos que amarles y mostrar paciencia y misericordia en vez de nuestro enojo.

8. Ella tendrá coraje de tratar de hacer cosas nuevas.

Si la iglesia quiere crecer, no podemos hacer las mismas cosas siempre. De vez en cuando necesitamos renovar. Necesitamos buscar maneras para atraer más gente a la iglesia. Buscar nuevas formas para enseñar en la clase. Siempre buscar ilustraciones, lecciones objetivas, etc. para que la gente quiera seguir viniendo a la iglesia.

9. Ella siempre tendrá una visión para su ministerio.

La líder no se desanima si no hay mucha gente, reconoce que un día su clase estará llena. Está orando por cada alumna y cree que Dios traerá la gente. Sigue a su pastor y apoya en la visión que tiene la iglesia. Siempre está dispuesta y lista a animar a los que están desanimados. Sabe que pase lo que pase su trabajo en el Señor nunca es en vano (I Corintios 15:58).

10. Ella tendrá un espíritu enseñable.

Ella reconocerá que no lo sabe todo. Que siempre hay algo por aprender y mejorar su enseñanza, etc. Siempre está dispuesta a ser enseñada con una buena actitud.

11. Ella estará comprometida con su ministerio.

Tendrá ganas de trabajar en su ministerio sin pensar que es un deber. Tendrá gozo cuando la gente acepte a Cristo, crezca en la fe, etc.

12. Ella dará gloria a Dios y no a sí misma.

Una buena líder trabajará para el Señor no por fama, sino por amor a Dios. También estará contenta cuando sus discípulas reciban gloria, no sentirá celos. Ella seguirá orando en tiempos difíciles, no se rendirá porque sabrá que Dios tiene un propósito con todo.

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