Saturday, May 23, 2009

La Depresión

LA DEPRESIÓN
Pozo de desesperación, probando nuestra fe'

"Aunque afligido yo y necesitado, Jehová pensará en mí.
Mi ayuda y mi Libertador eres tú; Dios mío, no te tardes"
Salmo 40:17

La depresión, tiene muchas causas, y es mucho más frecuente en las mujeres que son las más propensas a sufridas, ya que por su corazón más sensible y porque generalmente es muy propensa a las emociones fuertes o débiles, muy repetidas veces cae en éste hoyo profundo, de¡ cual ¡e es muy difícil salir, aunque no imposible.

La depresión en mujeres cristianas muchas veces tiene un patrón:
‑ Viene a los pocos años de su conversión a Cristo.
‑ Ha sufrido un trauma en la niñez o adolescencia, que por lo general nadie sabe o nunca recibió ayuda.
‑ La presión de la "perfección".
‑ Sabe actuar como una buena cristiana, pero ha perdido la esencia de su verdadero ser.
‑ Dios quiere quebrantarla, pero aún no lo ha comprendido.
‑ Ha dejado los hábitos cristianos básicos, seguir creciendo (Leer y aplicar la Palabra de Dios, orar,
testificar, discipular).
‑ El dolor le ha hecho centrarse en su propia persona o lo contrario, que es preocuparse sólo por los demás

y no en sí misma. (los extremos siempre matan). Etc.

Algunos pensamientos y actitudes que nos ciegan en medio de la depresión:

‑ Esto nunca terminará.
‑ ¿Por qué?
‑ Pobre de mí.
‑ ¿Dónde ésta la respuesta?
‑ ¿Dónde está Dios? ¿Ya no me ama? ¿Existe Dios?
‑ ¿Por qué leo la Biblia y no encuentro nada?
‑ ¿Qué sucede con los demás? ¿No pueden entender por la etapa que estoy pasando?

Podemos seguir tratando del ¿Cómo? Y de qué manera se da la depresión, pero la pregunta principal ‑es ¿Cómo venzo la depresión en mi vida?

VENCIENDO LA DEPRESIÓN

"...Auméntanos la fe. Lucas 17:5"

Estar sumergidas en la depresión, puede haber sido culpa nuestra o parte de¡ proceso sanador de nuestro Salvador. Cuando Dios nos creó éramos como vasos enteros y preciosos, pero en el transcurso ese vaso se destrozó sufrió muchas heridas y roturas, ya sea por nuestro propio pecado o por el de otros, pero así llegamos a las manos de nuestro Salvador, quien agarró nuestro espíritu y lo lavó de sus pecados, restauró los pedazos más grandes de] vaso roto y casi está listo para usarse, pero como usted sabrá que cuando un vaso se rompe no sólo quedan pedazos grandes sino también los imperceptibles, aquellas pequeñas partículas que necesitan ser restauradas y ser parte otra vez del vaso y así será una restauración total. Sin ésta restauración el vaso no será útil. Cuando Dios comienza éste proceso de sanación del alma, muchas veces tendrá que abrir la misma herida y poner el remedio, el problema está cuando la persona rehúsa la obra de Dios y no quiere el remedio.

Estoy totalmente convencida que cada cristiano debe pasar por su propio desierto, donde se encontrará cara a cara con el Señor y aprenderá a caminar en verdad dependiendo sólo de Él, porque separados de Él nada podemos hacer.

Pero también existe la otra cara de la moneda, en la cual hay una actitud de capricho hacia un deseo que queremos a toda costa cumplirlo y que Dios nos lo dé, caemos en la terrible actitud de el rey Acab (llorar por una viña que no era suya), necesitamos tener muy presente que Dios se encuentra más involucrado en el proceso de transformar nuestros deseos que en el de damos lo que deseamos, Dios no nos creó para darnos cada capricho y deseo, sino más bien para llevarnos a la posición en la cual querremos hacer sólo lo que Dios desee. Él nos creó para si.

Leamos el salmo 40, pues es allí donde encontraremos las respuestas:

El salmista dice:

Pacientemente. (v. 1‑3) Esto nos habla de esperar, pero ¿Qué esperar?, bueno, que Dios termine su obra en nosotras, recordemos que no estamos completas, aún hay mucho que aprender; luego nos habla de la bendición de su paciencia, nos muestra el restablecimiento que Dios hace al esperar, y no sólo bendición para el que espera sino también para los que están a su alrededor.

‑4‑ Confianza. FE. (v. 4 ‑ 5) Nos enseña a confiar en lo que antes hizo en nuestras vidas `has aumentado tus maravillas y a recordar que en momentos como estos tenemos a Dios mucho más cerca de nosotros "has aumentado ... tus pensamientos para con nosotros". Fe en que Dios tiene el control, que no es que esté molesto con nosotros por nuestra falta de perfección y por haber caldo en ese foso del que parece que nunca saldremos, recordemos con fe los siguientes versículos (Hebreos 4:15‑16; "esto sé, que Dios está por mí"

Debilidad. (v. 6 ‑ 7) Dios no nos pide hacer sacrificios y demostrarle que nosotros podemos salir de éste problema y que somos fuertes (Juan 15:5; "ni las hojas de los árboles se mueven sino es por su poder

), entonces como queremos salir de esto sin Dios, Dios sólo quiere que vayamos a Él con nuestras debilidades y dolencias y las derramemos delante de él en debilidad y mostrándole que nosotros no somos nada delante de su presencia; claro está que nunca debemos de dejar la Palabra de Dios al hacer esto y seguir teniendo los hábitos espirituales aunque parezca que no recibimos consolación.

4 Recordar. (v.9 ‑ 10) Recordar su salvación, recordar sus promesas: Fidelidad, verdad. Y repetirlas a
nosotras mismas todas las veces que sea necesario, sobre todo cuando el adversario venga y nos susurre
al oído ¿Dónde está tu Dios?, debemos de tener a lo menos un versículo de¡ cual sostenernos para votar
ese pensamiento equivocado.
Confesar y perdonarnos. (v. 11 ‑ 12) El salmista suplica la misericordia de Dios porque mucho de su
depresión ha sido culpa de sus propios pecados "me han alcanzado ... se han aumentado"y esto lo llevaba
a sentirse como la peor escoria del mundo "no puedo levantar la vista", a eso le aumentamos un poco de
,dasis, de parte de nuestro acusador y tenemos una bomba de tiempo a punto de estallar, porque la
culpabilidad no le deja disfrutar de la vida y cada vez encuentra más reproche (de sí misma o de parte de
otros) hacia su pecado. Toda esta situación le lleva a una depresión fuerte. Recordemos según (Hebreos
4:15 ‑ 16) que somos carne (Salmo 78:38 ‑ 39), que nuestro Señor conoce nuestro pecado y nos
perdona, de igual manera nosotros debemos perdonarnos y dejarlo atrás aunque los demás no olviden,
necesitamos recordar que todo está bajo la sangre preciosa de Jesucristo.
Protección. (v.1 3 ‑ 14) Lancémonos a las manos protectoras de nuestro Señor y lloremos todo lo que
podamos, porque nunca se cansará de secar nuestras lágrimas "echa tu carga sobre el Señor y Él te
sustentará" (Salino 55:22). Tenemos un Consolador el Espíritu Santo, su ministerio es consolar, ¿por qué
no ir bajo su amparo y derramar nuestra alma cada vez que lo necesitemos? (Romanos 8:26) Muchas
veces queremos acercarnos a Dios con palabras y contarle todo, pero como mujeres sabemos que no
siempre podemos expresar con palabras lo que tenemos en el corazón y rompemos a llorar, pues esos
gemidos el Espíritu Santo los convierte en palabras delante de nuestro Señor y Él entiende exactamente
cómo nos sentimos. Si no lloramos delante de Dios, entonces ¿delante de quien lo haremos?
Alabanza. (v. 16 ‑ 17) EL gozo de SABER que Dios está en control de todo y que nos ayuda en nuestra
debilidad, dará un gozo que tal vez no sea sonrisa y carcajada, pero sí una confianza y seguridad ¡qué
tanto necesitamos en esos momentos de quebrantamiento de espíritu y alma!

TERMINAREMOS RECONOCIENDO QUE:

Es Dios quien quiere restaurar nuestras vidas y tiene que abrir heridas. (Salmo 147:3) Es Dios quien quiere formar la imagen de Cristo en nuestra vida. ( Efesios 4:13) Es Dios hablándonos de un pecado que debemos dejar. (1 Juan 1:9)

No comments:

Post a Comment